Publicado el 20 de Junio 2013 en Aptitus.
La constante más común en el mundo del trabajo de hoy (y también la más preocupante para muchos) es la movilidad del talento, en sus muchas formas. El incremento de la competencia, el ingreso de nuevos jugadores con estrategias más agresivas y la presión sobre los márgenes están impactando a gran velocidad los requerimientos de talento. Las organizaciones que han sido capaces de generar culturas ágiles donde la movilidad laboral es un valor, ganan claramente frente a aquellas con fuerzas laborables inflexibles, temerosas o rebeldes a las que les cuesta adaptarse y fluir.
El mercado de ejecutivos está muy activo. Los perfiles y las habilidades requeridas cambian con velocidad. Hay muchos contrataciones para nuevos negocios, nuevas áreas, nuevos proyectos, nuevas especialidades. Todos hablan de la escasez de talentos y hay muchos jales de personal incluso entre empresas de sectores que antes respetaban al personal de sus competidores, proveedores y por supuesto de sus clientes. Ya no es siempre así…
Pero también hay muchas salidas, muchas más de lo que parece razonable en un entorno donde se batalla por el talento. Muchas de estas salidas son de ejecutivos de todo nivel, con excelentes perfiles y reputaciones consolidadas. Las razones de esa movilidad rara vez tienen que ver con el desempeño. Replanteamientos, retos competitivos, adquisiciones, fusiones, cambios gerenciales, nuevos perfiles o asuntos políticos al interior de las organizaciones las generan. La “falta de química” con jefes o directores es una razón de salida mucho más común de lo que se comenta abiertamente. Así muchas veces la mejor gente del mercado se encuentra inesperadamente en transición en un momento dado. Y a veces les pasa con más frecuencia de lo que nadie espera.
El trabajo es hoy claramente hasta que nos convenga a ambos (a la organización y a nosotros). Quienes manejamos activamente nuestras carreras y queremos permanecer vigentes y competitivos, tenemos que adaptarnos a las tan variadas y cambiantes situaciones que se presentan en cualquier momento. Ser móvil es un estado mental que pasa por tener siempre a punto el perfil, la reputación, la visibilidad, la marca personal, los logros y resultados (medidos y cuantificados), la red de confianza, el cv en Linkedin, los cursos y maestrías, el estado físico y todo aquello que ayude a elevar nuestro nivel de empleabilidad
El talento dentro de las empresas se mueve también permanente. Como líderes nos toca ayudarlos a crecer con nosotros, antes que se vayan por falta de claras oportunidades de desarrollo y crecimiento. Estudios confirman que las mejores maneras de retener al talento es darle nuevas posiciones con más alcance y responsabilidad de manera incremental y acelerada; oportunidades de crear negocios dentro de la organización; encargos en el extranjero o en general retos importantes que los mantengan interesados, motivados y sobretodo estimulados.
La movilidad es tan normal ahora que muchos cambian de trabajo, de empresa, de puesto, de función, de especialidad, de carrera, de jefe, de área, de país, y lo hacen a ritmos que eran antes impensables. Para muchas organizaciones el desafío frente a tanto cambio y la acelerada movilidad es el de no impactar el desempeño y la productividad, pero sobretodo, el compromiso de los talentos
Finalmente, para retener al talento, nada como jefes capaces de sostener con ellos conversaciones claras y directas (“coaching conversations”) sobre cómo hacerse cargo de sus carreras y de su nivel de empleabilidad. Y hacerlo con el compromiso de ayudarlos a desarrollarse, identificando con ellos de manera muy transparentemente y sin temor, todas sus opciones de carrera, idealmente pero no exclusivamente, las alineadas con las de la organización. Esto un importante cambio de paradigma para muchos, que puede incluso sonar contra intuitivo y riesgoso, pero genera un nivel de relación de confianza y respeto irremplazable que permite tener muy comprometidos a los talentos ágiles y flexibles con los que sueña toda organización en movimiento.