El entorno altamente competitivo de hoy obliga a las empresas, incluso exitosas, a repensar permanentemente su manera de trabajar y de hacer negocios, tomando decisiones empresariales difíciles tales como reorganizarse, fusionarse con competidores, cambiar unidades productivas e inclusive reducir personal ejecutivo de alto nivel. Esta necesidad de enfrentar los retos ha cambiado drástica y definitivamente el modo de trabajar y la manera de enfrentar el tema del empleo y la carrera.
Mitos y mecanismos de protección útiles en el pasado, como los que vistos en la columna anterior y otros como el paternalismo y la estabilidad, solo logran las personas mantengan actitudes y creencias que limitan seriamente sus carreras al no asumir responsabilidad frente a su propias empleabilidad exponiendo a muchos a la mediocridad e inclusive al desempleo de largo aliento. Pero los mitos lamentablemente no se han agotado, aun quedan muchas falsas ideas que pueden hacernos fracasar.
Revisémoslos:
• Mito: Las personas con los mejores desempeños hacen carrera más rápido que aquellos de menor talento. Realidad: Múltiples factores incluyendo relaciones claves, la manera como se es percibido dentro de la organización, la ambición, la actitud y el compromiso demostrado con los objetivos empresariales, la creación de valor y la rentabilidad pueden ser más relevantes que el “desempeño” del trabajo actual . Asuntos “políticos”, actitudes,
creencias y factores de personalidad pueden determinar el éxito o
fracaso ejecutivo hasta en un 85% de los casos.
• Mito: Trabajar con empresas de prestigio es la manera ideal de tener seguridad laboral. Realidad: Teniendo en cuenta que la globalización y los cambios tecnológicos, han afectado a empresas de todo tamaño y tipo por igual, hoy ni su tamaño ni su prestigio le
aseguraran a las empresas o a sus gerentes su existencia y continuidad, por tanto menos aún pueden garantizar el futuro de sus empleados o ejecutivos.
• Mito: Ser un especialista o especializarse en determinado tema es un factor positivo. Realidad: Como miembros del equipo que es la organización donde trabajamos, todos debemos entender las reglas del juego y el rola que desempeña cada quien. Nadie es
responsable solo de su área ni menos de cuidar solo su puesto, todos somos parte del resultado final y la rentabilidad empresarial. Poseer múltiples habilidades, y ser flexible en la contribución es definitivamente un activo en la carrera hoy por hoy.
• Mito: Las mejores oportunidades de carrera se siguen encontrando en las grandes empresas. Realidad : Dado que el cambio es sinónimo de oportunidad o riesgo según la actitud que se tome frente a él, las empresas pequeñas o medianas ofrecen oportunidades que son tan buenas–y a veces mejores que aquellas asociadas con las grandes organizaciones, donde las oportunidades de avanzar con los cambios pueden ser menores o la competencia interna mucho mayor.
• Mito: Nunca dé un paso para atrás–o de lado–en su carrera. Realidad: La competencia nos obliga a ser estratégicos con nuestras carreras, inclusive a dar un paso atrás si eso significara ganar una mejor posición en el futuro. Las organizaciones planas de hoy requieren de ejecutivos capaces de manejar positivamente los zigzags y cooperar con el equipo. pero sin perder la visión de la meta de carrera establecida por cada quien.
• Mito: Un buen ejecutivo hace carrera conociendo el límite de su responsabilidad. Realidad: El perfil del ejecutivo más buscado hoy es el del ejecutivo – empresario, que vive con la urgencia de crear valor y que es capaz de asumir riegos para solucionar problemas y desarrollar la organización. Nada vende mejor que el éxito y el entusiasmo por hacer las cosas bien, las ganas de contribuir al resultado cada ida de la semana y potencializar el trabajo en equipo.
• Mito: La influencia es medida por el nivel jerárquico, el presupuesto disponible y por el número de personas que reportan. Realidad: En las organizaciones modernas planas y más ágiles el éxito se mide por la habilidad de conseguir resultados a menor costo , es decir con menos gente y menos recursos. La influencia está medida por la habilidad individual para “cambiar” , motivar a la gente, desarrollando equipos de personas alineadas con los objetivos y comprometidas con el resultado.
• Mito: El dinero es el principal agente motivador de la carrera. Realidad: Poca gente clasifica el reconocimiento financiero como el motivador más alto de sus carreras. La satisfacción profesional que viene de hacer lo que a uno le gusta y para lo cual tiene facilidad, y el sentido de logro con frecuencia no solo dan la puntuación más alta
sino que el camino más placentero y creativo hacia al éxito.
• Mito: Las personas exitosas han seguido las pautas tradicionales de carrera. Realidad: No existen caminos tradicionales hoy, únicamente planes de carrera individuales en función de generar resultados, solucionar problemas, agregar valor y permanecer siempre al día en el desarrollo de habilidades ejecutivas y de carrera, cuidando además la imagen en el mercado, su marketing personal y las relaciones a todo nivel Hoy cuando nada ni nadie nos asegura seguridad laboral lo único que garantiza continuidad en el mercado es nuestro nivel de empleabilidad y una actitud empresarial frente a la carrera actuando como lo haría un empresario frente a un negocio propio. que será el tema de la próxima columna.
Fuente: El Comercio / 03-10-1997